El 22 de junio de 1986, se enfrentaban en el estadio Azteca de la ciudad de México, por los cuartos de final, las selecciones de Argentina e Inglaterra.
El partido fue precedido de mucha tensión, ya que ambos paises venían de una guerra por el dominio territorial de las islas Malvinas. Esta guerra se desarrollo entre el 2 de abril, fecha en que ocurrió el ataque argentino en las islas y el 14 de junio de 1982, fecha del cese de hostilidades.
La derrota argentina en el conflicto, precipito la caída de la junta militar que gobernaba en ese país. En el Reino Unido por su parte, ayudo a que Margaret Thatcher lograra su reelección en las elecciones de 1983.
El enfrentamiento entre ambas selecciones, fue tomada como una revancha deportiva y política por parte de los argentinos y se noto en los actos preliminares.
"Es el partido del orgullo argentino" dijo Carlos Bilardo, técnico de la selección Argentina.
Diego Armando Maradona de 25 años, era la gran esperanza del pueblo argentino, por su talento innato que lo convertía en el mejor jugador del mundo de esa época.
El objetivo de los ingleses era claro, no dejar maniobrar al astro argentino. Así se desarrollo buena parte del partido, con un Maradona marcado a presión.
La selección argentina tenia un ligero dominio del partido, pero todo quedaba en las jugadas individuales de Maradona.
En el minuto 51 Maradona envía el balón a Valdano que no alcanza, el defensor ingles en su desespero por despejar, hace un mal rechazo al punto penal y Maradona se anticipa a Peter Shilton, para marcar de ¿cabeza? perdón, con el puño izquierdo cerrado. Para sorpresa de todo el mundo, el arbitro tunecino Ali Bennaceur valido el gol a pesar de los reclamos ingleses.
Maradona declaro posteriormente "el gol se metió, un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios" reconociendo su gol con la mano.
Después de esta polémica jugada y a los pocos minutos, Maradona toma el balón desde el centro del campo, y dejando a cinco jugadores ingleses regados en la cancha, marca el segundo gol. Una obra de arte y considerado el mejor gol de la historia.
Han pasado 25 años y el mundo no olvida esta genialidad de Maradona y la narración de Victor Hugo Morales. Gracias Diego, gracias Victor Hugo, el mundo jamas los olvidaran.
"Es el partido del orgullo argentino" dijo Carlos Bilardo, técnico de la selección Argentina.
Diego Armando Maradona de 25 años, era la gran esperanza del pueblo argentino, por su talento innato que lo convertía en el mejor jugador del mundo de esa época.
El objetivo de los ingleses era claro, no dejar maniobrar al astro argentino. Así se desarrollo buena parte del partido, con un Maradona marcado a presión.
La selección argentina tenia un ligero dominio del partido, pero todo quedaba en las jugadas individuales de Maradona.
En el minuto 51 Maradona envía el balón a Valdano que no alcanza, el defensor ingles en su desespero por despejar, hace un mal rechazo al punto penal y Maradona se anticipa a Peter Shilton, para marcar de ¿cabeza? perdón, con el puño izquierdo cerrado. Para sorpresa de todo el mundo, el arbitro tunecino Ali Bennaceur valido el gol a pesar de los reclamos ingleses.
Maradona declaro posteriormente "el gol se metió, un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios" reconociendo su gol con la mano.
Después de esta polémica jugada y a los pocos minutos, Maradona toma el balón desde el centro del campo, y dejando a cinco jugadores ingleses regados en la cancha, marca el segundo gol. Una obra de arte y considerado el mejor gol de la historia.
Han pasado 25 años y el mundo no olvida esta genialidad de Maradona y la narración de Victor Hugo Morales. Gracias Diego, gracias Victor Hugo, el mundo jamas los olvidaran.
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