En la sala de conferencias del piso 35 de un rascacielos de Manhattan, dos de los asesores de más confianza del gobernador Andrew M. Cuomo, celebraron una reunión secreta hace unas semanas, con un poderoso grupo de donantes republicanos.
Mientras comian sándwiches de atún y pavo, los asesores explicaban, que el gobernador demócrata, estaba decidido a que se legalizaran los matrimonios del mismo sexo, que contaba con ellos, para persuadir a las personas de su partido, para que votaran a favor de la iniciativa.
Parecía imposible que un grupo de adinerados donantes republicanos, ayudaran a un rival demócrata en uno de sus mayores objetivos legislativos.
El multimillonario Paul Singer, cuyo hijo es gay, junto con Daniel Loeb, apoyaron de inmediato la iniciativa y persuadieron a algunos de los más radicales conservadores del partido.
En pocos días, los republicanos ricos cumplirían su palabra: Ellos se encontrarían en campaña. Cada uno de ellos aportaría cheques de seis cifras para la campaña de apoyo por el si, que llegaron a sumar más 1 millón de dólares.
Steve Cohen, el hombre de confianza de Cuomo y participante de la reunión, comenzó a ver un camino a la victoria, diciéndole a un colega: "En realidad, esto podría pasar".
La historia del matrimonio entre parejas del mismo sexo, es sobre el cambio del sentimiento publico y la no discriminación.
Pero la realidad era otra, el partido republicano quería cambiar el modelo de restringir las libertades individuales, como quiere la iglesia, para ser una colectividad más acorde con los cambios en el mundo.
Y se trataba de un gobernador demócrata, un católico, que utiliza la fuerza de su personalidad y la mente sin descanso estratégico para persuadir a los legisladores en conflicto para dar un salto histórico.
"Te puedo ayudar", aseguró Cuomo en docenas de llamadas telefónicas y reuniones, a veces, se comprometió a desplegar su popularidad en todo el estado para protegerlos en sus distritos.
Durante las últimas semanas, decenas de legisladores, los estrategas y defensores, describen las reuniones a puerta cerrada y las decisiones tácticas que llevaron a la aprobación del matrimonio homosexual en Nueva York, cerca de dos años después de que fue rechazado por la Legislatura.
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